Todos nuestros niños y niñas deben tener:
Acceso a alimentos nutritivos: Que sean variados y que existan políticas que promuevan la disponibilidad y accesibilidad a alimentos ricos en nutrientes.
Suplementos nutricionales: Como alternativa para complementar una dieta balaceada
Educación nutricional: Brindar educación a padres, cuidadores y comunidades sobre la importancia de una alimentación balanceada y hábitos alimentarios saludables es crucial.
Control y seguimiento de Salud: Realizar un monitoreo periódico sobre el desarrollo integral de las niñas y niños para evitar la desnutrición.
Promoción de la lactancia materna: La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y la alimentación complementaria adecuada hasta los dos años son fundamentales para prevenir la desnutrición.
Mejora de condiciones sanitarias: Acceso a servicios básicos en buenas condiciones para prevenir enfermedades que puedan contribuir a la desnutrición.
Apoyo psicosocial: Brindar apoyo emocional y psicológico a las familias, especialmente en contextos de vulnerabilidad o crisis, puede mejorar la capacidad de cuidado y atención de los niños, facilitando una alimentación adecuada.
